viernes, 29 de julio de 2011

ARTESANOS CHIQUITANOS

Los artesanos chiquitanos utilizan en la confección de prendas de vestir materias primas locales tales como semillas, hojas, fibras, telas hiladas, según su publicación “Una experiencia hecha a mano”, elaborada por el Centro Para la Participación y el Desarrollo Humano Sostenible (Cepad).
Algunos productos de la costura chiquitana tienen aplicaciones de semillas obtenidas en los bosques de la región, de colores oscuros como el paquió, isotouvo, chuvi, cusi y ojo de urina, así como los rojos y negros como el sararí, que es muy emblemática en la región.
Además se utiliza elementos del bosque como la cáscara de paquió, frutos del bi. Mientras, las hojas de añil son usadas como tintes naturales para los hilos, que son la base para la confección de los tejidos.
En el proceso de confección de la ropa chiquitana se ha tenido el cuidado de seleccionar materias primas que sean resistentes, que no se despinten y no se encojan; lo que aporta a la calidad de los productos y a la satisfacción del cliente.
La publicación “Una experiencia hecha a mano”, que cuenta con el apoyo de la Mancomunidad de Municipios Chuiquitanos y la Fundación W.K. Kellogg, señala que los trabajos artesanales, que incluyen dibujos e ilustraciones pintadas a mano, se realizan con pinturas y tintes artificiales.
“Los bordados que acompañan la vestimenta y accesorios chuiquitanos, así como los productos para el hogar, son elaborados con diferentes hilos: mechilla, claudia, clea, princesa y cola de rata”.
Las materias primas utilizadas en la confección de los productos chiquitanos se basan en telas hiladas de color crudo como el lienzo, el liencillo, la lona y la tela panamá, la cual se utiliza en las aplicaciones bordadas para la solapa y la maga de la camisa chuiquitana, señala la publicación del Cepad















jueves, 28 de julio de 2011

HISTORIA


Síntesis Histórica: En el año 1550, cuando se fundo Santa Cruz (la Vieja), a pocos kilómetros de lo que ahora es San José de Chiquitos, se tomó el primer contacto con algunas tribus de este pueblo. En 1591 se trasladó Santa Cruz, a su actual ubicación y se perdió el contacto con los Chiquitano hasta 1692, cuando los jesuitas fundaron la primera Misión Chiquitana, San Francisco Javier (hoy San Javier), con grupos pinocas y penoquiquias. En los años siguientes se fundaron otras reducciones, la de San Rafael en 1696; San José de Chiquitos en 1698; San Juan Bautista en 1699; Concepción en 1709; San Miguel en 1721, San Ignacio de Chiquitos en 1748.
En 1767, los jesuitas fueron expulsados y comenzó la esclavización, despojo, y matanza de los indígenas. Durante la República, particularmente a partir de 1880 empezó la devastación de los pueblos Chiquitanos en los gomales, periodo en el que la destructuración de las comunidades Chiquitanas, fue casi total. En 1952, la Reforma Agraria favoreció solo a algunas familias individuales de indígenas mestizos, entregando en cambio la mayor parte de las tierras a los nuevos ricos. En 1967, ingresó el ILV al mundo Chiquitano, con los traductores del Nuevo Testamento Martín y Dorothee Kruesi, quienes produjeron algunos textos sobre la lengua y cultura Chiquitana